Microrrelato de Oscar Wilde: El discípulo

Oscar Wilde, microrrelato, discípulo
Escritor Oscar Wilde. Fuente de la imagen

EL DISCÍPULO

Oscar Wilde  

Cuando murió Narciso, el remanso de su placer se trocó de una copa de aguas dulces en una copa de lágrimas saladas, y llegaron llorando a través de los bosques las ninfas de las montañas, las oréades, para consolar al remanso con su canto.

Y cuando vieron que el remanso se había trocado de una copa de aguas dulces en una copa de lágrimas saladas, soltaron las verdes trenzas de sus cabellos y gritando al remanso le dijeron:

-No nos sorprende que hagas un duelo tal por Narciso, tan hermoso como era.

-¿Era hermoso Narciso? -dijo el remanso.

-¿Quién había de saberlo mejor que tú? -respondieron las ninfas-. A nosotras siempre nos desdeñaba, pero a ti te cortejaba, y solía recostarse en tus orillas e inclinarse a mirarte, y en el espejo de tus aguas reflejaba gustoso su belleza.

Y el remanso respondió:

-Pero yo amaba a Narciso porque, cuando recostado en mis orillas se inclinaba a mirarme, en el espejo de sus ojos veía mi propia belleza reflejada.

Oscar Wilde, Poemas en prosa 

“El retrato de Dorian Gray”, en Grandes Libros

narrativa_newsletterp

Visita mi tienda Influencers Amazon.

Recomendaciones libros, tecnología y artículos de escritura

(Nota: narrativabreve.com participa en el programa de afiliados de Amazon, y como tal se lleva una pequeña comisión por cada compra que el cliente haga en Amazon después de entrar por alguno de nuestros enlaces).

2 comentarios en «Microrrelato de Oscar Wilde: El discípulo»

  1. Pingback: El MÁS SINCERO HALAGO | Posición.pe

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.