María Carvajal, escritora y habitual colaboradora de NarrativaBreve.com, apuesta por un poeta español actual, Uberto Stabile (Valencia, 1959). Su recomendación es para el poema “Amor y caracoles”, incluido en Habitación desnuda (Poesía 1977-2007).
Uberto Stabile compagina la creación literaria con la gestión cultural, entre otros al proyecto Encuentro de Escritores por Ciudad Júarez.
Su poesía ha sido traducida al italiano, portugués, búlgaro, catalán y francés, y, por su parte, se ha encargado de traducir a autores como Pasolini, Ginsberg, Kerouac, Burroughs, Ferlinguetti y Lou Reed.
Ha publicado numerosos libros de poemas, entre los que podríamos citar Distrito marítimo (Valencia : Cuadernos del Mar, 1981), El estado de las cosas (Valencia : Fernando Torres, 1982), Hermosas escenas de la noche (Valencia : Universidad, 1984), Haikú Romano (Valencia : Victor Orenga, 1985), El pianista del Metropol (Valencia : Malvarrosa, 1985), Cien días de mayo (México: Homoscriptum, 2006), Entre candilejas y barricadas (narrativa), (Huelva: Caja Rural del Sur, 2006), Maldita sea la poesía (Zaragoza: Eclipsados, 2007), So mais uma vez (Torres Vedras, Portugal, Viejos y Malditos (Monterrey, México, Universidad de Nuevo León, 2008) o Tatuaje (México D.F., Atemporia, 2009)-
AMOR Y CARACOLES, un poema de Uberto Stabile
El día que tú quieras
me llamas y nos despedimos un poquito
compartimos el portal y nos hacemos
un nudo en la garganta,
unos de esos nudos que te dejan sin habla
de los que llenan el cuerpo de viernes y caracoles,
o si lo prefieres nos confiamos un secreto
y la pasión por Nicaragua,
el misterio de las 39 rosas rojas
y ese color que nunca tuvo la tristeza.
El día que tú quieras me atas a la cama y nos despedimos
de lo poéticamente correcto
y en lugar de escribir versos nos tatuamos un delirio
o dejamos pasar el tiempo y reventamos de utopía
este momento de carne, sudor y risas.
El día que tú quieras
mientras alguien intenta explicar este poema
nos casamos con la vida y engañamos al mundo
como el mundo engaña al hombre
y el hombre a los caracoles.
Muy buena esta poesía, María. Me ha gustado mucho