
Microrrelato de Manuel Pastrana Lozano: Grete y Samsa
Poco antes de morir, Gregorio Samsa tiene un sueño inesperado con Grete, su hermana menor. Desplegando sus alas traseras y guiado por sus antenas segmentadas ha emprendido vuelo hacia la habitación de la niña con la que ha mantenido siempre una amistad íntima y tierna antes de convertirse en un insecto monstruoso. Mientras viaja siente el goce sensual de poder volar y saltar. Recuerda esos instantes admirables en que la escuchaba tocar con su violín melodías que lo transportaban a un mundo fantasioso y salvador tan lejano del vivido con un padre autoritario sometido a sus normas implacables. Es una sensación de erotismo fraterno, casi incestuoso. Su caparazón enorme se aproxima al lecho de su hermana mientras duerme y el bicho contempla extasiado la belleza virginal y pura de la adolescente que lo atrae. El descomunal insecto sube hasta sus hombros y acaricia el cuello desnudo de la maravillosa criatura. Entonces, comienza a recorrer con sus delgadas patas, con cuidadosa suavidad, las partes sensibles de ese cuerpo contorneado y voluptuoso y alcanza así el placer máximo. El escarabajo Samsa despierta y vuela ahora libre para alcanzar la metamorfosis existencial y el sosiego eterno.