Narrativa Breve, blog de literatura desde 2008: historias cortas, cuentos, poemas, entrevistas literarias…
Umberto Eco y los riesgos de Wikipedia
Umberto Eco
Aunque a veces me satura la excesiva minuciosidad de Umberto Eco en el ejercicio de la crítica literaria (tengo la sensación de que más que crítica lo que hace espeolología literaria), intento leer sus opiniones siempre que puedo. Además, Eco es de esos que no tiene límites cuando se pone a opinar: religión, cultura, literatura, política, historia. (Su capacidad intelectual está fuera de toda duda…). Y, al contrario que otros escritores, es no solo usuario sino estudioso de las nuevas tecnologías.
En fin, valga esta introducción para alertar del interés de este artículo de Umberto Eco, publicado en La Nación el 29 de enero de 2006, sobre Wikipedia y sus posibles peligros.
LOS RIESGOS DE WIKIPEDIA
Umberto Eco
Un debate está agitando el mundo de Internet, y es el debate sobre la Wikipedia.
Para los que no lo sepan, se trata de una enciclopedia on line escrita directamente por el público. No sé hasta qué punto una redacción central controla las contribuciones que llegan de todas las partes del mundo, pero es verdad que cuando he tenido la ocasión de consultarla sobre argumentos que conocía (para controlar una fecha o el título de un libro), la he encontrado siempre bastante bien hecha y bien informada. Claro que eso de estar abierta a la colaboración de cualquiera presenta sus riesgos, y ha sucedido que a algunas personas se les atribuyera cosas que no han hecho e incluso acciones reprobables. Naturalmente, protestaron y el artículo se corrigió.
La Wikipedia tiene también otra propiedad: cualquiera puede corregir un artículo que considera equivocado. Hice la prueba con el artículo que me concierne: contenía un dato biográfico impreciso, lo corregí y desde entonces el artículo ya no contiene ese error. Además, en el resumen de uno de mis libros estaba la que yo consideraba una interpretación incorrecta, dado que se decía que yo «desarrollo» una cierta idea de Nietzsche mientras que, de hecho, la contesto. Corregí «develops» con «argues against», y también esta corrección fue aceptada.
El asunto no me tranquiliza en absoluto. Cualquiera, el día de mañana, podría intervenir otra vez sobre este artículo y atribuirme (por espíritu de burla, por maldad, por estupidez) lo contrario de lo que he dicho o hecho. Además, dado que en Internet circula todavía un texto donde se dice que yo sería Luther Blissett, el conocido falsificador (e incluso años después de que los autores del truco llevaran a cabo su buen coming out y se presentaran con nombre y apellido), podría ser yo tan socarrón como para dedicarme a contaminar los artículos que conciernen a autores que me resultan antipáticos, atribuyéndoles falsos escritos, episodios pedófilos, o vínculos con los Hijos de Satanás.
¿Quién controla en la Wikipedia no sólo los textos sino también sus correcciones? ¿O actúa una suerte de compensación estadística, por la cual una noticia falsa antes o después se localiza? El caso de la Wikipedia es, por otra parte, poco preocupante con respecto a otro de los problemas cruciales de Internet. Junto a sitios absolutamente dignos de confianza, hechos por personas competentes, existen sitios de lo más engañosos, elaborados por incompetentes, desequilibrados o incluso por criminales nazis, y no todos los usuarios de la red son capaces de establecer si un sitio es fidedigno o no.
El asunto tiene una repercusión educativa dramática, porque a estas alturas sabemos ya que escolares y estudiantes suelen evitar consultar libros de texto y enciclopedias y van directamente a sacar noticias de Internet, tanto que desde hace tiempo sostengo que la nueva y fundamental asignatura que hay que enseñar en el colegio debería ser una técnica de selección de las noticias de la red; el problema es que se trata de una asignatura difícil de enseñar porque a menudo los profesores están en una condición de indefensión equivalente a la de sus alumnos.
Muchos educadores se quejan, además, de que los chicos, si tienen que escribir el texto de un trabajo o incluso de una tesina universitaria, copian lo que encuentran en Internet. Cuando copian de un sitio poco creíble, deberíamos suponer que el profesor se da cuenta de que están diciendo pavadas, pero es obvio que sobre algunos temas muy especializados es difícil establecer inmediatamente si el estudiante dice algo falso. Supongamos que un estudiante elija hacer una tesina sobre un autor muy pero muy marginal, que el profesor conoce de segunda mano, y se le atribuya una determinada obra. ¿Sería capaz el docente de decir que ese autor nunca ha escrito ese libro? Lo podría hacer sólo si por cada texto que recibe (y a veces pueden ser decenas y decenas de trabajos) consigue llevar a cabo un cuidadoso control sobre las fuentes.
No sólo eso: el estudiante puede presentar un trabajo que parece correcto (y lo es) pero que está directamente copiado de Internet mediante «copia y pega». Soy propenso a no considerar trágico este fenómeno porque también copiar bien es un arte que no es fácil, y un estudiante que copia bien tiene derecho a una buena nota. Por otra parte, también cuando no existía Internet, los estudiantes podían copiar de un libro hallado en la biblioteca y el asunto no cambiaba (salvo que implicaba más esfuerzo manual). Y, por último, un buen docente se da cuenta siempre cuando se copia un texto sin criterio y se huele el truco (repito, si se copia con discernimiento, hay que quitarse el sombrero).
Ahora bien, considero que existe una forma muy eficaz de aprovechar pedagógicamente los defectos de Internet. Planteen ustedes como ejercicio en clase, trabajo para casa o tesina universitaria, el siguiente tema: «Encontrar sobre el argumento X una serie de elaboraciones completamente infundadas que estén a disposición en Internet, y explicar por qué no son dignas de crédito». He aquí una investigación que requiere capacidad crítica y habilidad para comparar fuentes distintas, que ejercitaría a los estudiantes en el arte del discernimiento.
Íbamos contentísimos. ¡La primera vez! La noche estaba fresca y bastante oscura. Pero, utilizando la linterna, cruzamos las zanjas siguiendo un camino que nos era …
Recomendaciones libros, tecnología y artículos de escritura
(Nota: narrativabreve.com participa en el programa de afiliados de Amazon, y como tal se lleva una pequeña comisión por cada compra que el cliente haga en Amazon después de entrar por alguno de nuestros enlaces).
NARRATIVA BREVE usa cookies para darle al visitante la mejor experiencia al recordar sus preferencias en las próximas visitas. Al hacer clic en "Aceptar", usted está dando su consentimiento para el uso de todas las cookies.
Si desea más información, puede visitar nuestra página de Política de Cookies.
Privacidad y política de cookies
Privacy Overview
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may affect your browsing experience.
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.