Cuento de Francisco Rodríguez Criado: Historia de una casa con vistas al tren

El asfixiante calor no es lo que más molesta al hombre. Ni los insultos. Ni el rencor o el sentimiento de culpabilidad. Lo peor es el silencio, la ausencia precisamente de esos vecinos. ¿Dónde está esa mujer de mediana edad, entrada en carnes, el pelo cogido con rulos, que da una voz a la mañana o canta una canción alegre mientras tiende la ropa de trabajo?