
EL ANUNCIO
Miguel Bravo Vadillo
(microrrelato)
Como no tengo trabajo remunerado suelo ojear en la prensa la sección de ofertas de empleo. Debo confesar que lo hago con bastante desgana, pues no soy de esa clase de sujetos que creen en milagros. Lo que quiero decir es que, a estas alturas de mi vida (tengo algo más de cuarenta años) y siendo un parado de larga duración sin la suficiente experiencia en ningún oficio medianamente útil (siempre he vivido a salto de mata), resulta difícil, por no decir imposible, encontrar un empleo que se ajuste a mi perfil o, mejor dicho, a mi falta de perfil. Quizá por esa razón me sorprendió tanto encontrar un anuncio para el cual sí parecía poseer el perfil adecuado. Decía lo siguiente:
“No importa edad, no se exige experiencia: puesto de muerte”. |
Sin duda alguna lo publicó algún haijin con un sentido del humor bastante macabro.