
Microrrelato de Juan Pedro Aparicio: El marido enamorado
Al estudiar minuciosamente la posición del cadáver, y tras hacerle la autopsia, la policía científica llegó a una extraña conclusión. “Su marido propiamente no se suicidó, señora -le dijeron-, sino que mató a quien se había propuesto acabar con usted y que no era otro que él mismo; así salvó su vida. Debía de quererla mucho”.