
Poema de Eva Vaz: Ruido de venenos
Amo a mi psiquiatra porque me ha salvado la vida
más de cien años.
Yo sé que tengo brujas en las venas
que hacen cosas extrañas
en mis comportamientos.
Mi psiquiatra supo abrirme
el tercer párpado caliente
como una membrana de miedos,
un pellejo en los ojos:
una úlcera en la mirada.
Yo ya estaba manchada de psicosis
hasta que comenzó a arreglarme la vida.
Fue después de que mi madre
muriera con el párpado herido también.
No se suicidó. La mataron
en un quirófano.
A veces pienso lo sucio que quedaría:
todas las porquerías y las tijeras y las pinzas
y la sangre. Y un corazón roto.
Mi madre murió en el limbo de las anestesias:
mi muerte preferida.
Con 22 años, dos patitos huérfanos,
yo ya estaba loca
y por no ahogarme en mis miedos
visité al doctor.
El resto fue muy sencillo:
química precisa que mi cuerpo
toleraba como el agua.
Nunca sabré qué cosas anotaba
en el folio de la loca.
Son más de doscientos años de histeria,
podría publicar un libro
con todas las drogas que he probado y aprobado.
Mi médico no me riñe
cuando le digo que tengo la muerte dentro,
como un órgano o como un implante: el suicidio dentro
y su amitriptilina entre mis manos.
Yo sé que él sabe cosas de mí
que yo no sé que sabe,
por eso quiero espiar
todo lo que ha apuntado
durante más de trescientos años:
el historial de mi histeria.
Y no, mi psiquiatra no sabe
cómo, en mí, se hace eso de vivir,
aunque me ha recetado muchos trucos de magia:
tengo un hueco sagrado debajo de mi lengua y
cajas y cajas de veneno que me circundan.
Entre ellas, mis delirios son más suaves.
Tener la muerte tan cerca y no hacerlo
es lo más parecido a parecerse a Dios
Eva Vaz (Huelva, 1972) ha publicado los libros de poemas Ahora que los monos se comen a las palomas (2001), La otra mujer (2003), Leña (2004), Metástasis (2006), Frágil (2010) y Ruido de venenos (2013). Su obra aparece en diversas antologías, como Carne picada, Poetas del extremo, La verdadera historia de los hombres, Hankover, 21 de últimas, Femigrama, Poemas a toda plana y 23 pandoras, entre otras.