Entrevista a Gustavo Martín Garzo

Entrevista a Gustavo Martín Garzo
Gustavo Martín Garzo. Imagen cedida por el autor


LAS ENTREVISTAS DE NARRATIVA BREVE

Gustavo Martín Garzo

Donde no estás (Destino, 2015)

Por Francisco Rodríguez Criado

 

Gustavo Martín Garzo (Valladolid, 1948), una de las voces más representativas de la literatura española contemporánea, se mueve con igual soltura en la narrativa para adultos como en la infantil y juvenil. Prueba de ello, ganó en 1994 el Premio Nacional de Narrativa con El lenguaje de las fuentes y diez años después el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil con Tres cuentos de hadas. Entre ambas obras cabe citar novelas como Las historias de Marta y Fernando (Premio Nadal 1999) o Marea oculta (Premio Miguel Delibes 1993).

En la última de sus novelas, Donde no estás (Destino, 2015), Martín Garzo hilvana los numerosos sucesos vividos por una familia de Villalva gobernada por una mujer autoritaria y de gran personalidad. Es ahora su nieta, Ana, a la muerte de su madre, quien recompone, gracias a la complicidad de otros personajes, la trágica historia de su familia.

Hoy charlamos con Martín Garzo sobre Donde no estás.

 

Francisco Rodríguez Criado: Donde no estás narra los secretos de una familia en la que –no lo digo yo sino la contraportada– “tanto los vivos como los muertos se han acostumbrado a ocultar”. El personaje principal regresa al hogar familiar en los años 60 y saca a la luz, con la ayuda de otros personajes, aquello que los implicados hubieran preferido no contar. ¿Cree usted que toda familia en la vida real guarda secretos dignos de nutrir una novela de estas características, o bien las historias como las que pueden leerse en Donde no estás solo les ocurre a unos cuantos?

G.M.G.: ¿Qué vida no guarda algún secreto, qué familia no esconde hechos inconfesables? No conocemos a los demás, ni siquiera a las personas más cercanas a nostros. El niño siempre llega a la vida de sus padres demasiado tarde, cuando estos son adultos y tienen una historia, la de su pasado, al margen de ellos. El niño quiere conocer esa vida, y les pregunta por ella, pero los padres sólo le cuentan una parte. Lo más importante, lo que el niño habría querido saber, queda sin decir. Estamos más en lo que callamos que en lo que decimos. La lilteratura explora esas zonas silenciadas de la vida. Por eso la necesitamos. Tienen que ver con el deseo de conocer.

F.R.C.: Donde no estás comienza con una cita de uno de mis escritores preferidos, Isaac Bashevis Singer: “¿Será, como dice el Eclesiastés, que los muertos no saben nada?”. Singer solía aderezar sus novelas y cuentos sobre los shtetl judíos del Este del Europa con cierta aureola de fantasmagoría. Ganador del Premio Nobel en 1968, comenzó su discurso diciendo que

Me gusta escribir historias de fantasmas y nada se ajusta mejor a un fantasma que una lengua moribunda. Entre más muerto esté un idioma, más vivo está el fantasma. Los fantasmas aman el yiddish y, por lo que yo sé, todos lo hablan.

¿Y a usted por qué le interesa la literatura de fantasmas? ¿Podría haber narrado esta novela sin ese elemento?

G.M.G.: No, esta novela no. La historia que cuento en ella precisa de esa presencia misteriosa. Un fantasma es alguien que regresa de la muerte, que sigue vinculado a los vivos, que tiene algo que decirles. Los fantasmas son una metáfora del mundo de los muertos, de nuestra imposibilidad de aceptar la desaparición de los seres queridos. En el Eclasiastés se dice que los muertos no saben nada, pero eso no quiere decir que no los necesitemos. Son los muertos los que nos enseñan a amar, se dice en mi novela. El mundo de los muertos es el mundo de la memoria, el mundo del relato, pues los muertos regresan en las historias que contamos.

 

F.R.C.: Me resulta difícil etiquetar Donde no estás. En la novela hay pasiones desatadas, reminiscencias de la guerra civil, historias familiares tormentosas, reencuentros, presencias fantasmales, sucesos fruto de la locura… Para esas personas que aún no la han leído, ¿podría ayudarme a definirla en pocas palabras, si eso fuera posible?

G.M.G.: Todo lo que ha dicho podría servir para definir mi novela. Aunque creo que por encima de todo es una novela que habla de la pasión amorosa. Del amor de una adolescente hacia su madre, y de las preguntas que suscita en ella ese amor. Mi novela es un diálogo entre una hija y su madre. Un diálogo en que la madre, a través de un cuaderno que escribe para que le sea entregado a la hija cuando crezca, le cuenta a esta su historia. En ella hay algo que nunca le ha contado y que quiere que sepa. Un amor prohibido que es la historia más decisiva de su vida, la más bella y dolorosa. Rilke dijo que el diálogo entre la belleza y la pena era la realidad más honda del ser humano.

Entrevista a Gustavo Martín Garzo

F.R.C.: Usted escribe narraciones para adultos y también para niños y adolescentes. ¿Cuál es su experiencia al cambiar de registro? ¿Le resulta más difícil pasar de la literatura para adultos a la de jóvenes, o a la inversa?

G.M.G.: No hago diferencias. Todo depende de la historia que quiero contar. Mi anterior libro, La puerta de los pájaros, era un cuento maravilloso. Se narraban en él los encuentros de una princesa con un unicornio, y de qué forma esos encuentros cambian por completo el curso de su vida. Ese libro es para mí tan importante como Donde no estás. Los dos tienen que ver con mi creencia de que la literatura es hechizo, encantamiento, fascinación. Debe llevar al lector a un lugar que no pueda abandonar. Un lugar de fascinación es un lugar de conocimiento y belleza. Platón decía que la belleza es el esplendor de la verdad.

 

F.R.C.: ¿Podría decirnos qué diferencias sustanciales hay entre el Gustavo Martín Garzo escritor de El lenguaje de las fuentes y el de Donde no estás?

G.M.G.: No lo sé, supongo que si hay diferencias es el lector quien debe decirlo. Yo no creo haber cambiado en lo esencial. Es más, al terminar un libro siempre tengo la impresión de repetirme, y de haber vuelto a escribir el único libro que puedo escribir. Y que sigo sin saber cuál es.

 

F.R.C.: En Donde no estás el lector va reconstruyendo los hechos a partir de la información (sesgada) que aportan diversos personajes. No es una tarea fácil, pues ciertos testimonios que en buena lógica podríamos dar por veraces son rechazados después por otros personajes. ¿Miente la abuela, fantasea, oculta los hechos a conciencia? ¿Hemos de creerla o hemos de desestimar la información que nos da?, nos preguntamos en más de una ocasión. ¿Podría explicarnos cuándo y por qué optó por ese sistema de información y contra-información que le obliga al lector a recomponer las fichas de la novela hasta conseguir un puzle más o menos definitivo?

G.M.G.: Muchas de mis novelas están construidas así, como un conjunto de voces y relatos que enunbso cassos se complementan y en otros se contradicen. Es lógico que sea así, ya que la vida es contradictoria y ningún relato objetivo puede abarcarla por completo. En Las mil y una noches se dice que la verdad no cabe en un solo sueño, y estoy plenamente de acuerdo. Ninguna vida, por muy insignificante que nos parezca, cabe en una sola historia.

 

F.R.C.: Una pregunta sobre tecnología: ¿qué opina sobre el libro digital?

G.M.G.: No tengo nada en su contra, aunque yo prefiera el libro tradicional. Lo importante es lo que se lee, y no el soporte en que se hace.

F.R.C.: Y, para terminar, ¿puede recomendarnos un cuento o un poema para los lectores de Narrativa Breve?

G.M.G.: Corazón sencillo, una novela corta de Gustave Flaubert. Felicidad, su protagonista, es  casi una anciana cuando una familia vecina se muda del pueblo. Es una familia algo extraña, de indianos, que no parece haberse adaptado demasiado bien ni a los inviernos ni al rigor de las costumbres de la comarca. Antes de marcharse le regalan un loro. El loro muere un tiempo después y Felicidad llega a disecarle para no desprenderse de él. Y ese loro cambia por completo el sentido de su vida. Flaubert no nos dice por qué, pero su presencia arranca inesperadamente a la vida, como quería Magris, territorios de persuasión.  Leer es buscar territorios así. Amamos un libro en la medida en que algo que creíamos perdido, un saber acerca de nosotros mismos, un gesto adorado, regresa a nosotros. Leer es asistir a ese regreso, como bien saben los aficionados a los cuentos.

 

francisco rodriguezFrancisco Rodríguez Criado: escritor, corrector de estilo, profesor de talleres literarios y creador del blog Narrativa Breve. Ha publicado novelas, libros de relatos, obras de teatro y ensayos novelados. Sus minificciones han sido incluidas en algunas de las mejores antologías de relatos y microrrelatos españolas: El cuarto género narrativo. Antología del microrrelato español (1906-2011). Ed. Irene Andrés-Suárez (Cátedra, Madrid, 2012),Velas al viento. Ed. Fernando Valls (Los cuadernos del vigía, Granada, 2010), La quinta dimensión (Universidad de Extremadura, Mérida, 2009), Soplando vidrio y otros estudios sobre el microrrelato español. Ed. Fernando Valls (Páginas de Espuma, Madrid, 2008), Histerias breves (El problema de Yorick, Albacete, 2006), Relatos relámpago (ERE, Mérida, 2006), etcétera. Es autor de El Diario Down, donde narra en primera persona sus experiencias como padre de un bebé con el Síndrome de Down. 

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