
LA INTELIGENCIA FRACASADA
En La inteligencia fracasada. Teoría y práctica de la estupidez, José Antonio Marina analiza la actitud de esas personas que, pese a su notable inteligencia, eligen el peor de los caminos. «Una persona muy inteligente malogra su vida por un comportamiento muy estúpido», anota Marina. Las tesis defendidas en este ensayo podrían ser aplicadas a Rosa Díez, una mujer inteligente que ha decidido malograr su vida (política) por una obstinación que roza la estupidez. Me refiero a su rechazo a una alianza electoral entre UPyD y Ciudadanos. Ese pacto, que venía a ser “una tercera vía entre bipartidismo y corrupción” –así se vendía cuando interesaba–, ha naufragado porque Rosa Díez, en una clara muestra de inteligencia fracasada, lo ha decidido.
En una huida hacia adelante, Díez no se ha arredrado ante las numerosas voces –algunas en el seno de su propio partido– que pedían un arreglo entre estos partidos cuasi gemelos que luchan por ganarse el centro político. Las encuestas son claras: mientras el partido de Albert Rivera (el político mejor valorado de España) sigue ganando adhesiones, UPyD cabalga hacia el abismo. Y mientras tanto Díez, reacia a permitir que la realidad le arruine un buen titular, arremete contra Ciudadanos, como si fuera la representación del Diablo.
Urge en este país una coalición entre partidos moderados que apuesten por sanear el sistema sin hacerlo saltar por los aires. Esto sería viable si Rosa Díez no se empecinara en darle la razón a Marina demostrando que la inteligencia y la estupidez (aquí secundadas por un ego desmedido) pueden torcer los designios de una persona.
(Artículo publicado en El Periódico Extremadura el miércoles, 11 de marzo de 2014).