
LAS ENTREVISTAS DE NARRATIVA BREVE
Victoria Mera
Universos mínimos (Norbanova, 2015)
Por María Carvajal
Victoria Mera. (Cáceres, 1985). Licenciada en Traducción e Interpretación por la Universidad de Granada. Ha vivido durante un año en Rouen (Francia) y otro en Braga (Portugal) gracias a becas de su universidad. Su primer poemario en solitario se titula Rutas de Vuelo, publicado por Ediciones Oblicuas en 2013. Además, ha sido publicada en 3×3, Colección de Poesía, 4 (Editora Regional de Extremadura), en Taller de la Poesía y del Relato, Antología 2011 (Editora Regional de Extremadura, 2012) y Trece (Rumorvisual, 2010). Ha colaborado en las revistas literarias Generación espontánea, Ágora-Papeles de Arte Gramático, El coloquio de los perros, Fábula, Ventana sur (Cuba), Papalotzi (México), Ombligo (México) y Norbania. Su estilo ha sido definido como una «minuciosa arquitectura literaria» y sus poemas «frescos y llenos de poesía».
Hoy charlamos con Victoria Mera sobre su publicación más reciente, Universos mínimos (Norbanova, 2015), obra que presentará en la Feria del Libro de Cáceres, acompañada por Anabel Torres Lozano. Será el próximo domingo, 26 de abril, a las 18:30h. La firma de ejemplares se desarrollará a las 19:30h en la caseta de firmas.
María Carvajal: Cuando tuve tu libro Universos mínimos en mis manos, estaba totalmente convencida de que me encontraría flotando en sus páginas rebosantes de versos. Pero a veces una descubre a ese tipo de poetas que también se lanza a la prosa (muy poética, en este caso) en busca, quizá, de otros registros o, quién sabe, de un yo perdido. ¿Habías escrito anteriormente prosa o ha sido un descubrimiento también para ti?
Victoria Mera: Sinceramente, aún no sé muy bien cómo definir los textos de Universos mínimos. Supongo que prosa poética, como dices, es lo más parecido. Siempre me he movido entre la poesía y este tipo de textos, algunos de los que aparecen en el libro los escribí hace ya bastante tiempo. Me gusta este tipo de escritura rápida y espontánea. Confieso que le tengo miedo a géneros como el relato o la novela. Requieren un sacrificio y una dedicación que aún no he conseguido encontrar, aunque me gustaría intentarlo.
M.C.: Por su brevedad, los textos de este libro podrían ser microrrelatos o minificciones; por su carga lírica, prosa poética; también encontramos cierto carácter reflexivo e incluso crítica social. Diría, además, que el título de la obra es casi una declaración de intenciones, una especie de denominación para un género narrativo en sí mismo. ¿Cuál fue la intención que buscabas al escribir estos “universos mínimos”?
V.M.: Más que escribirlos con alguna intención, lo hice como una necesidad. Creo que me expreso y que organizo mis ideas mucho mejor si las plasmo en un papel. Soy una pésima oradora, así que todos esos sentimientos que surgen y que pasan por mi cabeza trato de ponerlos por escrito. Hay gente que prefiere la barra de un bar para eso, pero a mí me funciona mejor la soledad de un papel en blanco. Hay ideas que se quedan en poemas y otras que necesitan ese poquito más. De ahí nacen estos textos.
M.C.: Antes, hablaba de flotar en las páginas de tu libro, y nunca mejor dicho, porque en ella recreas mundos oníricos y realidades paralelas. Es una suerte de viaje continuo en el que el lector se sumerge, casi sin darse cuenta, en los pequeños cosmos que se suceden a lo largo de la obra. ¿Te sientes cómoda en esas parcelas de misticismo y utopía? ¿Es una forma de alejarte de la narradora o por el contrario te sientes identificada con ella?
V.M.: Me siento completamente identificada con la narradora, claro. No es que sea yo muy mística ni muy utópica. Digamos que soy una soñadora con los ojos abiertos. El problema es que escribo sobre lo que soy y siento, así que me cuesta mucho alejarme de mí, por eso todo lo que escribo es muy personal, hay muchísimo de mí en estos escritos, por no decir todo. La novela y el relato requieren ese ejercicio de alejamiento, supongo que por eso me suponen más esfuerzo.

M.C.: La paradoja de los universos mínimos está muy conseguida en lo que se refiere al contenido argumental de los textos, donde creas mundos efímeros a partir de algo cotidiano o simple, como una estación de tren, el fotograma de una película o la luz intermitente de un hospital. La dedicatoria que aparece al inicio del libro lo dice todo. ¿Crees que la poesía (o, en tu caso, la prosa poética), como el amor, está en todas partes?
V.M.: Es que si no lo estuviera, estaríamos perdidos y este mundo sería muy triste y aburrido. Si no somos capaces de ver que la magia está en todas partes, que también hay poesía en la cola del supermercado o en la consulta del dentista algo estamos haciendo mal. O por lo menos eso es lo que yo creo y me pongo como reto a mí misma. Como bien dices sobre la dedicatoria del libro, para mí el arte está en lo cotidiano. Así me lo han enseñado y así trato de ver la vida.
M.C.: Y hablando de amor, en esta obra se presenta casi siempre de forma melancólica, y alguna vez (las menos) de manera festiva. ¿Crees que hay cierto pesimismo o decepción en tus textos? ¿Forma quizá parte del desencanto social, cultural y político que nos envuelve en esta época que nos ha acogido?
V.M.: Pues aunque no me considere una persona pesimista sí que tengo que reconocer que al escribir tiendo a la nostalgia y al desencanto. No sé qué tanto por ciento de esto se lo debo a esta época turbia, a los autores que he leído o a la genética. La tristeza siempre ha dado mucho juego a la hora de escribir, pero también creo que es muy subjetiva, tanto como la felicidad.
M.C.: En Universos mínimos hay multitud de referencias a personajes de distintas disciplinas artísticas, como Bob Dylan o David Bowie (música), Gustave Flaubert o G.A. Bécquer (literatura), David Craig (cine), Marc Chagall (pintura) o Stephen Hawking (ciencia), entre otros. Para ti, además, un lugar puede ser una ciudad o un estado emocional. Por lo que muestras a la hora de tratar ciertos conceptos o temas, podría atreverme incluso a decir que si la Generación Beat hubiese surgido en la actualidad quizá te sentirías identificada con ella, ¿qué opinas al respecto?
V.M.: En Rutas de vuelo, mi anterior libro, ya escribí un poema sobre la Generación Beat. Me gusta. Me gustan sus poetas e ideas. Pero no sé si encajaría dentro de esa etiqueta, primero porque no soy muy fan de ponerle nombres a nada y segundo porque me viene muy grande. No sé, siempre me ha dado un poco de rabia esa necesidad de etiquetar y encasillar a los autores. Creo que no es necesario, que la literatura llega por sí sola y que si algún escritor te gusta, no importa a qué estilo o generación pertenezca. Pero gracias, para mí es todo un halago.
M.C.: Todos los textos van acompañados de fotografías (muy sugerentes, por cierto). ¿Concebiste así tu obra cuando te planteaste su publicación? Si es así, ¿te ha supuesto eso algún inconveniente a la hora de buscar un editor?
V.M.: Bueno, la verdad es que yo escribí estos textos sin pensar en su publicación. Al principio, junto con una amiga ilustradora, pensamos en ilustrarlos (de hecho algunos de ellos tienen también una ilustración), pero cuando ya me ofrecieron desde Norbanova la posibilidad de publicarlos, pensé en las fotografías de mi hermana Isabel. Me parecen preciosas y fue un trabajo muy bonito el buscar entre sus fotografías las que mejor combinaran con los textos. Creo que la composición final ha quedado muy bien. Es otra prueba más de que la poesía está en todas partes, también en la fotografía.
Desde Narrativa Breve agradecemos a Victoria Mera que nos haya concedido esta entrevista y le deseamos mucho éxito.
Ficha técnica del libro:
- Título: Universos mínimos
- Autor: Victoria Mera
- Editorial: Asociación Cultural Norbanova
- Colección. Baúl de palabras, nº 5
- Primera Edición: Marzo, 2015
- Páginas: 68
- ISBN: 978-84-941167-7-3
- P.V.P.: 7.00 €
«Universos mínimos», de Victoria Mera, es un libro excepcional. Recomiendo su lectura tanto como la lectura de «Rutas de vuelo» (su anterior obra). Como todo lo que escribe Victoria está lleno de magia, y posee una naturalidad y una frescura que solo pueden surgir de la espontaneidad más absoluta. Esto conlleva sus riesgos: si no llevas nada dentro, nada puede salir de la escritura espontánea. Pero es evidente que ese no es el caso de Victoria, que a su inspirada lucidez une una facilidad pasmosa para crear atmósferas llenas de encanto y poesía. Fascinante, a la par que accesible y humilde, Victoria Mera es una poeta que comienza a destacar en el panorama literario extremeño por derecho propio. Y, aunque ella misma reconozca que sus textos tienden a la nostalgia y el desencanto, lo cierto es que su obra es un soplo de aire fresco en estos tiempos tan «turbios» en que vivimos. ¿Cómo lo hace? Es un misterio.
Sus admiradores estamos de enhorabuena porque hoy presenta «Universos mínimos» en la feria del libro de Cáceres, a partir de las 18:30. Y firma ejemplares a partir de las 19:00. El afortunado que se haga con uno de ellos no se arrepentirá.
Amiga Victoria, desde esta tribuna, no me resta sino desearte toda la suerte que mereces; y que los dioses conserven tu talento durante la que espero que sea una vida larga y fructífera.