A continuación podéis leer dos fábulas cortas de Esopo, autor de la Antigua Grecia que no ha perdido ni un ápice de vigor con el paso del tiempo.
Fábula de Esopo para niños: La zorra y el leñador
Una zorra estaba siendo perseguida por unos cazadores cuando llegó al sitio de un leñador y le suplicó que la escondiera. El hombre le aconsejó que ingresara a su cabaña.
Casi de inmediato llegaron los cazadores, y le preguntaron al leñador si había visto a la zorra.
El leñador, con la voz les dijo que no, pero con su mano disimuladamente señalaba la cabaña donde se había escondido.
Los cazadores no comprendieron lsa señas de la mano y se confiaron únicamente en lo dicho con la palabra.
La zorra al verlos marcharse, salió sin decir nada.
Le reprochó el leñador por qué a pesar de haberla salvado, no le daba las gracias, a lo que la zorra respondió:
–Te hubiera dado las gracias si tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo.
Moraleja: No niegues con tus actos, lo que pregonas con tus palabras.
Fábula de Esopo para niños: Cuento corto del adivino
Instalado en la plaza pública, un adivino se entregaba a su oficio. De repente se le acercó un vecino y le anunció que las puertas de su casa estaban abiertas y que habían robado todo lo que había en su interior.
El adivino levantose de un salto y salió corriendo hacia su casa, desencajado y suspirando, para ver lo que había sucedido.

Uno de los que allí se encontraban, viéndole correr le dijo:
-Oye, amigo, tú que te vanaglorias de prever lo que ocurrirá a los otros, ¿por qué no has previsto lo que te sucedería a ti?
El adivino no supo qué responder.
Moraleja: no hay que fiarse de aquellos que dicen que pueden adivinar el futuro de los demás. Tan sólo pretenden estafarnos y quitarnos nuestro dinero.