Las aventuras de Telémaco

Las aventuras de Telémaco. La primera novela de aventuras escrita para un niño

Las aventuras de Telémaco ha pasado a la historia de la literatura infantil y juvenil por su carácter fundacional: es la primera novela de aventuras escrita para un niño y también la primera “novela de iniciación”. Por «novelas de iniciación» conocemos aquellas en las que se narran las vivencias de crecimiento de un personaje (o de varios), que pasan de ser niños a adultos.

 

El autor de Las aventuras de Telémaco

Su autor, François de Salignac de la Mothe Fénelon, fue un escritor y clérigo francés del siglo XVI (1651-1715), un intelectual célebre en la Francia de su tiempo.

Al parecer fue un hombre muy sensible, y recibió educación en casa hasta la edad de doce años. Pronto destacó por su habilidad para las letras. El hábito de la lectura, que fomentó desde muy niño, hizo de él un hombre de gran erudición.

Fénelon escribió Las aventuras de Telémaco como apoyo educativo en su tarea de tutor del futuro rey Luix XV, si bien este murió joven, en 1712, sin llegar a reinar. No se trata de un libro de aventuras al uso, escrito simplemente para alentar la imaginación del lector menudo y hacerle pasar un buen rato (lo cual no sería poco); no, era también un libro con una fuerte carga moral y política, lleno de ideas propias sobre la monarquía y sobre la sociedad regida por esta. Esta doble lectura no fue del agrado del rey Luis XIV, que decidió desterrar al clérigo a su diócesis, en el obispado de Cambrai. Allí pasó el buen hombre, exceptuando algunas salidas temporales, todo lo que le quedaba de vida.

¿Qué fue lo que no le gustó al rey? Básicamente, que la novela transmitiera críticas hirientes a su persona, y que se juzgara su tendencia a las guerras y a  diezmar al campesinado con impuestos que conducían a la hambruna. Era una novela en la que Fénelon no solo intentaba educar moralmente a su pupilo, sino que también satirizaba la figura de su padre, el rey. Se entiende, pues, que a este no le gustara.

Si Las aventuras de Telémaco le acarreó a su autor el destierro y el repudio del rey, por otra parte, hizo de él un escritor célebre: el libro obtuvo muchísimo éxito. Fénelon recibió grandes halagos por parte de Montesquieu, y su libro contó con grandes lectores como Jean-Jacques Rousseau, Thomas Jefferson y el romántico alemán Johann Gottfried Herder.

Resumen de Las aventuras de Telémaco

La obra se inspira en la Odisea de Homero. Al igual que esta, se divide en 24 libros (o cantos).

Narra las aventuras de Telémaco, hijo de Ulises, quien, inspirado por el amor filial y el de la patria, se expone a los peligros de un largo viaje con el objeto de encontrar a su padre, a quien echaba de menos tras una larga ausencia.

Varios contendientes están peleando por la mano de la Reina, aunque no ha habido noticias oficiales de la muerte de su marido. Minerva, disfrazada de mentora, acompaña al joven príncipe y hace que todos los accidentes del viaje se utilicen para su instrucción.

Las aventuras de Telémaco

La acción comienza en la isla de Calypso. La diosa, enamorada de su juventud y belleza, le ofrece atractivas ofertas para mantenerlo cerca de ella, y en primer lugar, le compromete a contarle la historia de sus aventuras. Es por lo tanto desde la boca del propio Telémaco que nos enteramos de todos los acontecimientos que han tenido lugar desde la salida de Ítaca, hasta el naufragio donde habría perecido infaliblemente sin la ayuda y el consejo de Mentor.

Durante el viaje se describen diversas sociedades: Creta, Bética, Salento… Aparecen varios personajes de la guerra de Troya, que le sirven a Fénelon para analizar la condición humana. Telémaco encuentra su contrapersonaje en Adrastro, el rey de los dannios…

Las aventuras de Telémaco es, en fin, una gran obra juvenil que bebe a su vez de otra gran obra, la Odisea. Un ejercicio de metaliteratura que le aporta aún más valor.

 

Las aventuras de Telémaco, un libro de éxito

Las aventuras de Telémaco fue publicada por primera vez en 1699, al parecer sin el permiso de su autor. Los ejemplares fueron destruidos, pero sea por el destino o porque el material era demasiado valioso como para dejarlo escapar, se distribuyó de manera clandestina, con diversas publicaciones piratas. A partir de 1700 se suceden las traducciones al inglés, neerlandés y alemán.

Se considera el texto original no este primero, sino al que preparó la familia del clérigo tras su fallecimiento, en 1715. Prueba de su influencia, la novela, en versión bilingüe, se ha usado hasta la saciedad entre aquellas personas que están aprendiendo o mejorando su nivel de la lengua francesa.

El éxito de la novela en Europa fue imparable. La traducción al castellano llegó en 1713, catorce año después de que fuera publicada por primera vez. En España se publicó por primera vez en 1723, por el editor Francisco de Hierro, tras lo cual llegarían numerosas traducciones.

Hay una traducción de la obra, titulada Las aventuras de Telémaco, hijo de Ulyses, de 1803, traducida por Fernando Nicolás de Rebollada.

Las aventuras de Telémaco tuvo un éxito notable durante al menos dos siglos.

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