Entrevista a Francisco Javier Sánchez Romero

Hoy damos la bienvenida a un nuevo autor, Francisco Javier Sánchez Romero, que ha divulgado recientemente su primera obra en la plataforma Amazon. Se trata de la novela Resiliencia: Origen, una suerte de thriller ubicado en Ceuta, en la era post-Covid, cuando se desata una nueva epidemia por culpa de un nuevo y peligroso virus.

Charlamos con Francisco Javier sobre las entretelas de su libro, que está disponible en versión digital y también en papel.

Francisco Rodríguez Criado: El título de su novela lleva una sola palabra que ha ganado presencia en los últimos años: “resiliencia”. También es moderna la trama, pues ubica al lector en una era posterior a la de la pandemia del SARS-COV2 (en la que seguimos inmersos mientras redacto estas preguntas, en agosto de 2021), cuando estalla otro conflicto socio-sanitario de grandes magnitudes. A veces la ficción sigue los pasos de la realidad, y otras veces, quizá esta –esperemos que no–, presenta nuevos desafíos para toda la humanidad que están por ocurrir. ¿Atisba usted el futuro con positivismo, o cree que la pandemia que estamos sufriendo tiene posibilidades de dar paso a otras pandemias?

Francisco Javier Sánchez Romero: Confío en que la sociedad haya aprendido a gestionar este tipo de situaciones con responsabilidad y, en caso de que surgiera una nueva pandemia, saber tratarla desde el principio con la estrategia que se merece adoptando las medidas de seguridad y sanitarias pertinentes.

La novela comienza cuando el sargento Gómez, de patrulla por Ceuta, tiene que enviar a su pelotón para defender la frontera una vez se ha desatado un nuevo virus que modifica la conducta humana hasta niveles espeluznantes. ¿Cómo se documentó para poder urdir esta trama en la que hay un componente epidemiológico (sobre todo al principio) y otro militar?

A mí siempre me ha interesado el género Z, así que desde pequeño he disfrutado de películas, series o videojuegos de este tipo. La idea de que el virus de la rabia modifica la conducta humana y provoca este tipo de “apocalipsis” se puede ver en películas como 28 días después o en el vídeo juego “Dying Light”, de donde me inspiré para hacer mi historia, por lo menos en la causa y los efectos. Yo quise hacer mi propia versión del virus de la rabia modificado militarmente para obtener unos resultados extraordinarios de los combatientes en el campo de batalla y lo mezclé con el Sars-Cov2, dejando al lector con la duda de si esto realmente podría llegar a hacerse realidad.

Pregunta: ¿Qué fue lo que le resultó más difícil a la hora de escribir la novela?
Lo más complicado fue escribir en días laborales, compaginando el trabajo con la escritura. Después del cansancio acumulado, sentarse a escribir parecía que fuese algo que realizaba forzado.

El papel del ejército en Resiliencia es determinante. Pero si nos mudamos al plano de la realidad, ¿cómo cree que percibe la sociedad española de 2021 al ejército y el papel que representa en nuestra defensa?

Creo que la sociedad sabe en el fondo que el ejército es importante para nuestro país, pero en tema de presupuestos prefieren priorizar a otros ámbitos tales como sanidad o educación, muy importantes por supuesto, pero sin llegar a la raíz del problema que es toda la corrupción y mal administración de los fondos por parte del gobierno (sea cual sea su color). El ejército siempre está ahí, ya sea para apagar un incendio, despejar una carretera de nieve, patrullar por las carreteras de Afganistán o remover campos de minas en el Líbano, con miles de personas que aman su trabajo y que, en una situación complicada, no dudarán en estar al pie del cañón.

A la hora de escribir la novela, ¿tenía usted en mente a algún escritor cuyos libros le sirvieran como guía para lo que pretendía contar?
Me sirvieron de ayuda los libros de la saga Apocalipsis Z, de Manel Loureiro (Amazon), unos libros que recomiendo sin duda. Saber la historia de cómo los escribió me hizo plantearme si yo debía escribir mi idea también, cosa que hice al final.

Parece como si ciertos acontecimientos que desechábamos por inverosímiles en la vida real (los atentados del 11-S, una crisis económica a nivel mundial, la pandemia…) hayan cambiado la percepción del ciudadano de que nada está escrito. ¿Cree usted que hay alguna situación que dábamos por imposible (o al menos poco probable) y que sin embargo podría suceder en la vida real?

Hasta hace relativamente poco jamás pensé que me podrían retener contra mi voluntad en mi vivienda a causa de un estado de alarma, o que mi libertad fuese coartada o anulada según el lugar donde estuviese o la hora que fuese. La libertad es lo más valioso que tenemos y se ha comprobado que no ocurre absolutamente nada si nos la suprimen de un plumazo, con lo que yo tendría la precaución de tener el conocimiento de que esta situación podría volver a repetirse bajo el pretexto de cualquier excusa, desde una nueva pandemia a que estamos emitiendo demasiado CO2 con los coches.

Resiliencia no es solo un thriller que presenta una sociedad distópica una vez se declara la pandemia. Hay también en el libro una historia de amor y de solidaridad. Leonard Cohen dijo que “el amor no tiene cura, pero es la única cura para todos los males”. ¿Hasta qué punto cree que el cantante canadiense tenía razón?

Creo que el amor todo lo puede y es nuestra mayor motivación para realizar cualquier cosa. Por amor, uno hace cosas que no creía que podría hacer jamás. Si el amor desaparece, la sociedad y evolución humana perdería su sentido.

Doy por seguro que usted está al tanto de los enésimos conflictos diplomáticos entre España y Marruecos, generados tras la estancia del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en España, donde recibió ayuda hospitalaria.

Este parece ser un capítulo más de una crisis entre dos países obligados a entenderse. ¿Se ha planteado usted escribir una novela sobre los conflictos al parecer irresolubles entre ambos países?  

No. A mí me interesa el género Z, los thrillers y las aventuras.

Pregunta: Y, ya para terminar, ¿podría recomendarnos un relato para la sección 1001 cuentos o un poema para la sección 1001 poemas?

Quiero aprovechar para dar a conocer un relato de varios que tiene escrito por mi hermana mayor Elisa, que me ayudó con el libro pegándole un ligero repaso y recomendando algunos cambios.

Mi banco (un relato de

No sabía cuánto tiempo había pasado exactamente. Estaba sentado en mi banco del parque. Miré mis deportivos Nike, tenían unos 5 años, me los compré con mi primer sueldo.

Una mujer cruzó por delante, la observé y pensé que era bastante fea. Su pelo rojo me recordó a mi primera novia pero no conseguí ponerle nombre. Nunca tuve buena memoria para las mujeres. Tenía veinticinco años y mi vida era una mierda.

Busqué en el bolsillo de mis pantalones las últimas monedas que me quedaban. Las había ganado llevando las bolsas de la compra a los clientes en un supermercado. Resoplé pues sólo me quedaban dos euros, dos míseros euros. Esta noche no habría lujos, una barra de pan con mortadela sería la cena.

Me levanté para dirigirme a la tienducha donde solía ir todas las noches. Compré la suculenta cena y regresé a mi casa. Aquel banco era como yo, viviendo a la intemperie, sin nada más que la compañía del cielo y las estrellas que en alguna ocasión se veían. Siempre y cuando la polución de aquella maldita ciudad las dejara brillar. A su madre le encantaba mirar las estrellas, hacía mucho tiempo que no la veía. Cuando salí en busca de una vida mejor no esperaba este resultado. Ahora me daba mucha vergüenza quien era. No podía volver, no quería volver.

De repente sentí una presencia a mi lado. Un hombre se había sentado. Enseguida supe que era como yo y aquel banco. Su ropa vieja y ajada, sus zapatos sucios, las bolsas donde guardaba todas sus pertenencias.

¿Cómo se atrevía?, aquel era mi banco. Lo miré y le dije:

─Es mi cama, viejo…! fuera!

─Me gusta, así que búscate otra.

Olía a vino y a sudor rancio. Estuve a punto de ceder pero me negaba a dejar que me quitaran lo último que poseía. Me levanté e intenté arrastrar a aquel viejo asqueroso. Entonces sentí como algo me arañaba las costillas. Miré sin entender muy bien que veía. Para cuando quise gritar el dolor ya era insoportable. Cogí con mi mano temblorosa la empuñadura que asomaba en mi costado derecho. Aguanté la respiración, sabía que iba a doler como el demonio. Percibí como el acero me desgarraba mientras la hoja salía de mi carne. La sangre empezó a manchar mi camisa. El ocupa huyó despavorido. Me senté mientras el olor a óxido invadía todo. Pensé en que ahora aquel banco sería mi hogar por toda la eternidad mientras cerraba los ojos para siempre.

Elisa Prados Romero

Resiliencia: Origen
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Resiliencia: Origen
  • Sánchez Romero, Fco. Javier (Autor)

Mucha suerte con todos sus proyectos. Y gracias por responder a nuestras preguntas.

En la fotografía, el autor y su perro Benji.

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1 comentario en «Entrevista a Francisco Javier Sánchez Romero»

  1. En relación a la novela del escritor entrevistado y al tema que trata sobre la posibilidad de una nueva pandemia es interesante recordar la serie Utopía, versión inglesa de 2013-2014. Tiene distopías posibles. Con el mayor agrado leeré esta novela de Francisco Javier Sánchez Romero.
    Es primera vez que envío este comentario.

    Responder

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