«Vendieron a José a los ismaelitas por veinte
piezas de plata».
Génesis 37 (28).
«…tiñeron la túnica en sangre, y enviaron la túnica
(…), haciéndola llegar hasta su padre (…). Él la
examinó y dijo: “¡Es la túnica de mi hijo! ¡Algún
animal feroz lo ha devorado!”».
Génesis 37 (31-33)
Hermanos de José –si no interpreto
mal el Texto– su ropa ensangrentada
envían a Jacob, que a su mirada
no se enfrentaron ellos en concreto.
Por envidia lo venden en secreto,
pero su fiera muerte es inventada
para que el viejo caiga en la celada.
Solo el perro sospecha, y ladra inquieto.
Velázquez este lienzo pinta en Roma,
al igual que La Fragua de Vulcano.
Y una vieja noción con él retoma:
que la palabra mueve al ser humano.
Aquí, un embuste el ánimo desploma
de quien también mintió a su padre anciano.
¡Sigue la serie de 20 sonetos que Miguel Bravo Vadillo le ha dedicado al pintor Velázquez!
Felipe IV, a caballo
El príncipe Baltasar Carlos, cazador
La princesa Margarita
Retrato ecuestre del conde-duque de Olivares
Las lanzas, o la Rendición de Breda
Adoración de los Reyes Magos
San Antonio Abad y san Pablo, primer ermitaño
La venerable madre Jerónima de la Fuente | Soneto de Miguel Bravo Vadillo
Inocencio X
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