A César Aira le trae al pairo lo que yo escriba. Lo desconoce. No es que lo ignore. Saber no sabe nada de ninguno de mis libros, y tampoco sabrá, seguro que no, una palabra sobre estas palabras.
A César Aira le trae al pairo lo que yo escribo. O escriba. Ya digo.
Lo que le importa verdaderamente a César Aira es todo lo que yo no escriba. Cada palabra que le llegue impresa o digital salida de la escritura de cualquiera otra persona que no sea yo. La palabra decente que yo nunca utilizo, por ejemplo. Frases, frases que jamás escribí ni escribiré (solamente ahora que estoy volcado de lleno en esto), como una que diga algo parecido o algo exactamente como en la obviedad del sótano, ellos dos no eran más que un abandono junto a otro abandono. Aunque he de reconocer que no es esa una frase muy del gusto de César Aira, tal vez no lo sea, mejor dicho. Porque César Aira escribe franco y recto y muy parecido a si un sueño fuera tan real como la vigilia esta en la que me lees y yo escribo para que él no me lea.
En la obviedad del sótano, ellos dos no eran más que un abandono junto a otro abandono. Léete esa César Aira. No esperes a que yo acabe publicando la novela que se titulará Cuca porque estará protagonizada por Cuca, mi madre ahora muerta.
Pero no sé bien por qué me dirijo a ti, sabiendo como sé que nunca leerás una sola palabra escrita por mí o por esa aplicación de inteligencia artificial con la que muy bien yo podría haber escrito esto para pasarte desapercibido, César Aira, señor de las palabras que nunca escribiré yo para que, así, se cumpla cuanto llevo dicho, cuanto llevo escrito. Que nunca me leas, que jamás lleguen a tus ojos ni uno solo de mis versos, ni párrafo alguno de mis ensayos, ni una sola de las historias que contienen mis cuentos. Ni un solo atisbo de las frases que pueblan plegadas sobre sí mismas las novelas que atesoro en mi ordenador.
Si a César Aira le resulta indiferente, ajeno, cuanto escribo es por una sola razón. Una razón que conozco personalmente. Una razón poderosa. La misma razón por la que les importa un bledo todo lo que escribo a Ian McEwan, a Joyce Carol Oates, a Sara Mesa y a Jacinto López Meseguer. La misma por la que alguien que no seas tú es ajeno a cuanto escribo y publico. ¿Quieres saberla?
José Luis Ibáñez Salas
Imagen destacada: «Ischia», de Damián Flores Llanos.
José Luis Ibáñez Salas es escritor e historiador. Visita su blog Insurrección
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