
Opiniones de un corrector de estilo (19): Diome un ataque cuando leí «deme» con tilde
¿En qué se parecen «siete», «Lepe» y «deme»? Es sencillo: todas estas palabras terminan en e y ninguna de ellas lleva tilde. «Ah -se dirá alguien-, pero yo he visto ‘déme’, con tilde, en muchos libros».
Cierto. Hasta que salió la Ortografía académica de 1999 las formas verbales que llevaban tilde se veían obligadas a seguir cargando con ella cuando se le añadía un pronombre pospuesto. Es decir, si a la forma verbal «dé» le añadíamos el pronombre personal («me»), la palabra resultante llevaba tilde en la primera sílaba.