Cromosomas. Así se gestó un relato ganador de un premio literario
Cierto día, hace años, cuando salía con Chico y señor Mario del colegio-guardería, vino hacia nosotros un amiguito de Mario para decirnos que en su casa tenía un dragón. Todas las tardes corría hacia nosotros, aunque estuviera lejos, para darnos daba el parte, y siempre lo hacía con mucho énfasis, como si se tratara de un asunto de Estado. Aquella tarde señor Mario, en vez de preguntarle por el dragón, se limitó a decirle que Chico era su hermano, a modo de presentación.