Las revistas literarias de Abelardo Luis Castillo (San Pedro, 1935 – Buenos Aires, 2017) marcaron un época en la vida intelectual de la Argentina entre fines de los 50 y pasados los 80. Hubo tres expresiones de este tipo: El Grillo de Papel, que salió en octubre de 1959 y que fue clausurada por el presidente Arturo Frondizi, al año siguiente de su aparición. Junto a un par más, El Grillo cayó bajo la censura inquisidora del Estado, quien le reprochó ser una publicación subversiva.
Después, casi a renglón seguido, Castillo sacó El Escarabajo de Oro, donde dio cabida a tres o cuatro jóvenes escritoras. El primer manifiesto se hizo con el mismo material del último número de El Grillo de Papel, aquel que fue confiscado cuando éste aún no entraba a prensa.