
Casa paterna de Gabriel García Márquez (en Arataca)Mapa de Macondo
Los inicios literarios de Gabriel García Márquez
Por Ernesto Bustos Garrido
La confesión es clara y no deja resquicios para dobles o triples lecturas. Gabriel García Márquez ha dicho que cuando tenía 23 años realizó un viaje a Aracataca con su madre y que dicho viaje fue crucial para él. Durante el viaje o a su regreso a Barranquilla donde vivía, decidió que sería escritor o nada más. En ese momento ya había publicado dos o tres relatos, con relativo éxito de crítica y la algarabía de sus amigos, entre ellos Álvaro Cepeda Samudio, Plinio Apuleyo Mendoza, Alfonso Fuenmayor, Germán Vargas y el librero catalán –su maestro y su tabla de salvación en los apuros económicos– Ramón Vinyes. Estudiaba derecho sin mucho afán porque lo suyo era la lectura de todo lo que caía en sus manos, los café y las camas ardientes donde ya se había condecorado con un par de purgaciones. Es un joven que viste vaqueros, camisas floreadas, calza sandalias de peregrino como él mismo lo describe, lleva el pelo ensortijado, bigote de cimarrón y fuma sesenta cigarros al día. De pronto decide abandonar o congelar sus estudios para hacerse periodista y concentrarse en la tertulia y el dolce far niente.