El regreso de Raúl

Veni, vidi, vinci, y el estadio lo celebró. En los últimos años hemos visto muchos goles en el Bernabéu; el jueves vimos que tras esos goles hay al menos un madridista de verdad, un jugador de raza que disfruta en el campo como un niño y nos hace disfrutar como tales. Raúl le quitó el 7 a Cristiano Ronaldo, en mi opinión uno de los cuatro o cinco mejores futbolistas de toda la Historia. Pero en cuanto a madridismo, Raúl le saca ventaja: al portugués lo compramos, mientras que al primero lo hicimos. La tristeza endémica de Cristiano quedó eclipsada la pasada noche por la alegría blanca de Raúl, feliz de regresar, aunque solo fuera por una noche, a un césped que regó con sus goles durante dieciséis años.