“Operadora. ¿Puedo ayudarlo?”, dice una voz de mujer.
“Comuníqueme con el Hotel Slavyansky Bazaar”.
“Conectando”.
Después de tres minutos escucho un repique… Pego el auricular a mi oreja y oigo un sonido de un carácter todavía indeterminado; como el viento soplando, u hojas secas dispersándose por el piso… Alguien parece estar susurrando.
“¿Tiene habitaciones disponibles?”, le pregunto.