Atriles para libros y para ordenadores portátiles
Parece ser que sus orígenes están en las basílicas cristianas antiguas, y que hay algunos ejemplares que datan de época anterior al siglo XV. En aquellos tiempos había tres tipos de atriles: de mesa; de pie (sobre las alas abiertas de un águila tallada) y los facistoles, que eran atriles inmensos. El facistol del coro servía, por ejemplo, para poner cuatro caras del libro de cada voz.
Tradicionalmente, el atril se hace de madera, sobre todo de nogal o de pino, aunque en los últimos tiempos se utilizan otro tipo de materiales.