Los guapos de la política

Es una gran noticia que España produzca políticos tan guapos. Escribo esto con asombro, pues hasta ahora no había caído en la cuenta de que ser guapo no es óbice para ser político (y viceversa).

Felicitémonos: vivimos en una nación corrupta y esquilmada, pero que al menos va a ser dirigida por un heterogéneo colectivo de figurines que podrían lucir modelito en la Pasarela Cibeles