
Cómics
“Este va a ser un día difícil” –se dijo Clark Kent, mientras se levantaba con el pie izquierdo. Para colmo, había tenido una horrible pesadilla: Superman era un comunista cruel que exterminaba sin piedad a sus enemigos de clase, los explotadores que intentaban defender el paraíso americano a costa de la sangre y el sudor de los sufridos obreros. Lo consideró un presagio siniestro. A duras penas se apretó el cinturón de su slip rojo ajustado, que cubría por encima la malla de sus entrepiernas –al estilo del calzón de los clowns de circo–, antes de ponerse su traje habitual de civil. El súper héroe había descuidado mucho su figura en los últimos tiempos, viviendo momentos disipados en los que comía y bebía mucho. Comenzaba a ser obeso. Además, la letra S característica en su pecho se deformaba y descoloraba poco a poco.