El violín mágico | Cuento navideño de Rossi Vas
Y una cosa era cierta: adoraba su violín. Lo que más quería en el mundo ni siquiera eran sus hijos, sino las cuerdas de este violín mágico que le había sido fiel toda la vida. Lo cogió y lo puso en su regazo, como si fuera un niño pequeño. Acurrucándolo, suspiró contemplando el cielo de donde, indecisas, empezaron a caer las gotas de una llovizna sigilosa. Nunca antes se había imaginado unas Navidades a la vez tan tristes y eufóricas.