cuentos latinoamericanos
Desde sus inicios, Narrativa Breve ha publicado numerosos cuentos latinoamericanos. Aquí los tienes todos, agrupados en esta etiqueta de «cuentos latinoamericanos»
¿Y CÓMO SE LLAMA EL MAGO? | Cuento de Rafael Garcés Robles
«Invitó en seguida a cuatro hombres voluntarios para subir a la tarima, Gerardo “Piquitos” fue el primero en atender emocionado a su llamado, lo siguieron: Alfredo, Alejandro y el “Mono” López. Bastó un toque del mago en las entrecejas de ellos para dejarlos parados, profundamente dormidos y con las cabezas gachas. A Gerardo “Piquitos” lo convirtió en Pedro Infante, la estrella de la canción mejicana, con sus atributos físicos, con sus ademanes y con su exquisita voz de cucarrón, interpretó la canción de moda: Tú, solo tú; ante el delirio del público»,
Chacarera | Un relato de Javier Santos Rodríguez
«Para el caso, haga de cuenta que estamos alrededor de un pequeño fuego, en el bosque, y que nos vemos un poco las caras, iluminadas por esa luz que se mueve con cada crepitar y brisa de noche; que mi voz se alza apenas por sobre el rumor de los grillos y las ranas y se dispone a contar, mientras usted ensaya en su guitarra una zamba dulzona y triste».
La poda. Un relato de Manuel Pastrana Lozano
Un día decidió gastarse una broma e hizo una réplica (exacta) de su original con otro nombre y se autoacusó de plagio. En otra ocasión repartió este texto que están leyendo, que le había enviado (yo mismo) como un ejercicio de estilo para que primero lo leyeran de corrido, sin considerar los paréntesis.
Cuento sobre el circo: ‘El circo de Cassandra’ (Rafael Garcés Robles)
El nombre de este circo se leía en la parte más visible y alta de la carpa: “Gran Circo Rogers”, pero las gentes de todos los pueblos por donde peregrinaba le llamaban: “el circo de Cassandra”. Cassandra era la estrella rutilante de este escenario circense: contorsionista, trapecista y equilibrista además de ser una voluptuosa y hermosa mujer. En el equilibrio era diestra en montar una monocicleta por la pista y por las graderías junto al público
Ensayo de Coro. Un relato de Margarita Schultz
Esa siesta soleada de marzo, con vestigios del calor veraniego, ella se vistió con cuidado, por primera vez con cuidado desde el inicio de la pandemia. Antes de salir tomó su bolso, comprobó que tenía el pase de colectivo, que las hornallas del gas estaban cerradas; como de costumbre apretó la llave en su mano y se dirigió a la salida.
La luna roja. Relato corto de Roberto Arlt
Nada lo anunciaba por la tarde.
Las actividades comerciales se desenvolvieron normalmente en la ciudad. Olas humanas hormigueaban en los pórticos encristalados de los vastos establecimientos comerciales, o se detenían frente a las vidrieras que ocupaban todo el largo de las calles oscuras, salpicadas de olores a telas engomadas, flores o vituallas.
La obra | Un relato de Javier Santos Rodríguez
«Margarita, su mejor amiga, había hablado por teléfono con ella la noche anterior. Pero Cristina Bauer poco le dijo; sin embargo, notó en su voz y en sus palabras una emotividad extraña. La conversación trataba algo acerca de su obra maestra; Margarita no reveló mucho aunque le hubiese gustado, dijo, convencerla de ir unos días a Mar del Plata».
Relato de guerra de Rafael Garcés Robles: Casas de zinc
«Las quince casas esparcidas por la ladera con sus techos cubiertos de zinc eran vistas desde el avión de guerra cual espejo roto, cuyos pedazos brillaban regados en desorden ante el sol canicular del agosto veraniego. El objetivo militar era bombardear desde el aire el caserío y atacarlo por tierra con la infantería.».
Dos microrrelatos del brasileño Adao Ventura
El mercader poseía una variada colección de caballos. Esos caballos fueron adquiridos con las más duras penas. Unos eran todavía procedencia legítima del Apocalipsis. Esos, por ser los más antiguos, eran alimentados por pequeñitos cuerpos de ángeles, los expulsados de la tierra. Los caballos más nuevos descendían, en linaje directo, de viejísimos reyes de la Babilonia