El veterano jugador de baloncesto Ray Allen ha seguido en los últimos meses una dieta paleolítica, libre de carbohidratos, que no solo no ha minado su salud sino que además le ha permitido perder cinco kilos. Dicen los compañeros de Allen que ha rejuvenecido y mantiene la forma física de cuando era universitario.
La noticia da que pensar. Si el jugador de los Heats está hecho un chaval por seguir una alimentación propia de los primates, a lo mejor resulta que la forma ideal de vivir en la modernidad es hacerlo imitando los hábitos de los antiguos. En la era de Internet nos encontramos ante un difícil dilema: no sabemos si sumarnos al viaje sin retorno a Marte organizado por la empresa Mars One o regresar a las cavernas, no sabemos si vestirnos con un traje presurizado o con piel de bisonte, si desplazarnos en una nave tripulada o a pie calzando sandalias de hueso.