
El Diario Down: Vidas de silenciosa desesperación
Un hijo que ha nacido con problemas necesita unos padres que sepan amoldarse urgentemente a esos problemas. Nosotros lo intentamos. Y ciertamente vamos adquiriendo tal práctica, lo hacemos a veces con tanto pragmatismo, con tanta soltura, que no puedo evitar preguntarme si estaremos obrando mal.
Un ejemplo: a la salida de la consulta con el cardiólogo comentamos la necesidad de hacer la compra de la semana. Así que, sin darnos cuenta, comenzamos a entremezclar observaciones sobre la reciente consulta al médico con la inminente visita al supermercado. Palabras contundentes como “cardiopatía”, “operación”, “electrocardiograma”, “ecocardiograma”, “cicatrices” o las temibles “a corazón abierto” conviven hermanadas con palabras inofensivas y alimenticias como “pan”, “leche”, “azúcar”, “toallitas”, “pañales” o “manzanas”.