
Cuento de Francisco Izquierdo Ríos: El muerto
En Tayén, ciudad serrana del Perú, vivía hace algún tiempo un hombre muy amigo de la holganza como la cigarra de la fábula. Su mujer día y noche tejía mantas de lana. No tenían hijos.
Aquel hombre era barbudo y usaba siempre poncho bayo terciado al pecho, sombrero de paja alón a la pedrada y toscas botas.