¿Por qué no le dijiste la verdad? | Relato telefónico de Francisco Rodríguez Criado
Sin apenas preámbulos, sin preguntarme siquiera qué tal estaba, anunció que quería divorciarse de mí. Enmudecí. “¿Estás ahí?”, quiso saber al otro lado de la línea. “Sí, aquí estoy”, le dije. Y ella, en un tono sereno pero rotundo, sin alzar la voz pero sin hacer la menor concesión, afirmó que después de pensarlo mucho había decidido que era inútil continuar con lo nuestro. Me seguía queriendo “a su manera”, pero pensaba que separar nuestras vidas iba a ser lo mejor. ¿Lo mejor para quién?, me pregunté.