Os dejo hoy un cuento del escritor libanés Khalil Gibrán, que también podréis encontrar como Gibran Jail Gibran (1883-1931), que puede ayudaros a que vuestros pequeños concilien el sueño. Se trata de una narración sobre un hombre rico que por avaricia o porque infravaloraba el buen gusto de sus invitados, evita compartir su vino de su bodega con ellos.
Gibrán, conocido sobre todo por El profeta (1923), un libro que aúna veintiséis ensayos poéticos. Gibrán tuvo mucho predicamento entre la contracultura norteamericana y los seguidores del new-age, pero más allá de movimientos culturales es un autor que sobrevive al paso del tiempo.
El relato que os ofrezco hoy, como todos los que componen este libro, El vagabundo, que tengo en una pequeña edición argentina, destaca por su sencillez expositiva y lingüística, y por su aroma espiritual. Los cuentos de Gibrán son siempre pequeñas píldoras de sabiduría, auténticas lecciones de vida.