José María Merino, después de muchos años de caminar por la narrativa breve, es hoy el indiscutible maestro–patriarca –como autor y como teórico– del cuento hispánico, reconocido como tal por las más prestigiosas personalidades literarias en las dos orillas de nuestra lengua.
Por amistad y relación familiar, he estado muy cerca de su persona y de su creación literaria, y como viejo profesor de Lengua y Literatura, en aquellos años del BUP y del COU, siempre recordaré las lecturas y comentarios en clase de muchas de sus creaciones y, en particular, de dos cuentos, “El niño lobo del cine Mari” y “El desertor”, pertenecientes a su primera colección de relatos Cuentos del Reino Secreto (1982). Muchos miles de alumnos de aquellos ya lejanos tiempos conocieron y degustaron el primer cuento citado al haber tenido el acierto de incluirlo en mi Antología del cuento literario (1982), muy difundida en todo el territorio escolar nacional.