Microrrelato de Bertolt Brecht: Muerte de una mujer piadosa
La hermana de mi abuela era muy piadosa. Tenía una renta anual de cuatrocientas coronas y una habitación en casa de su hermana, mi abuela. Entregaba a ésta todo su dinero y de ese dinero se compraba lo que ella necesitaba. Además ganaba una suma adicional tejiendo medias, a 25 ores el par. Esa ganancia la destinaba a los pobres. Nunca usaba joyas, ni siquiera un broche. Usó el mismo vestido durante treinta años. En la segunda mitad de su vida aprendió, sin profesores, griego y latín; pero aun así continuó viviendo con sólo dos libros: una biblia y un pequeño catecismo. Llegó a los 85 años; pero su lucha contra la muerte duró tres días enteros. En su delirio hablaba mucho de Napoleón, a quien había admirado en su juventud. Además, continuamente intentaba rezar, pero había olvidado las palabras del Padrenuestro. Eso la hacía sufrir mucho. Aquella muerte terminó con el resto de mi fe en Dios.