
LA INVASIÓN DE POLONIA
Estábamos pendientes de que una llamada telefónica nos comunicara el día de la operación quirúrgica, y mientras tanto habíamos hecho un pacto tácito: no mencionar las palabras “intervención”, “a corazón abierto”, “cardiopatía”, “recuperación” ni “hospital”. Vivíamos en paz, en una paz relativa: el subconsciente de una madre no entiende de pactos.