Nuestro colaborador Ernesto Bustos Garrido nos ofrece esta curiosa reliquia, un reportaje de Isabel Allende, contando cómo, por circunstancias de la vida, acudió cierto día de 1973 a la sala Bim Bam Bum para ofrecerse como corista. ¡Sí, como corista, habéis leído bien!
Como explica Ernesto en su artículo “El mundo de Isabel Allende y Eva Luna”,
«Ella era una joven periodista con formación universitaria, cuyas crónicas y reportajes destacaban por su audacia. Formaba parte de la plantilla de una revista semanal (Revista Paula) que tocaba temas de mujeres principalmente, con mensajes directos y explícitos hacia los hombres y su inveterado machismo. Isabel tuvo allí su mejor escuela. Un día la directora de la publicación la mandó a enterarse de la vida secreta de las bailarinas de teatro y cabaret. Isabel se hizo pasar junto a una amiga como postulantes a corista, y en la primera audición debió quitarse la ropa. Reconoce que se llenó de vergüenza, no por mostrar su delicado y armonioso cuerpo, sino porque ese día ella andaba con calzones de lana».