
Opiniones de un corrector de estilo: Dilo de otra manera
Obama se ha sumado al juego del “dilo de otra manera” y pretende subirles los impuestos no a los ricos sino a las “personas de éxito”. Esta moda de emplear nuevas palabras para evitar llamar a las cosas por su nombre no es solo cosa de políticos. Ya no hay cocineros sino restauradores, no son psicólogos de empresa sino coachers, no son peluqueros sino estilistas. El corrector de textos se ha convertido en asesor literario, los informes en briefings, los vinos en caldos. Despedimos los autorretratos chusqueros para darle la bienvenida al selfie. Ya no llevamos a cabo un proyecto, lo implementamos; no valoramos un aspecto, lo ponemos en valor; y las personas que antiguamente tenían “un par de huevos” en la vida laboral han subido un escalón y ahora son emprendedores.