
Cuento muy corto de Alberto Chimal: 01100
En los cabarets de la ciudad de los robots, los clientes beben aceite enriquecido, se conectan a redes eléctricas de voltajes exóticos y escuchan a los músicos y cantantes. Hay desde androides con formación operística hasta arañas rupestres que tocan cuatro guitarras a la vez. Y los repertorios también son muy variados: piezas de Kraftwerk y otros clásicos se alternan con las de cantautores actuales.