
Leyenda chilena de Manuel Pastrana Lozano: El silbido del viento
Es una mañana calurosa, de cielo despejado y sin nubes, sólo una ligera brisa remece tenuemente esa tranquilidad adormecida. Se viste con ropas livianas, unos bermudas y una polera veraniega. En su pecho se lee la palabra LOLA en letras descoloridas –el apodo de su esposa Dolores- , y por último se pone unas zapatillas deportivas. Se anuda la chomba en su cintura. “Llevaré una manta por si acaso…quién sabe”. Quita su reloj pulsera de la muñeca, cuelga la cantimplora de su hombro y acomoda la pequeña mochila con víveres en su espalda. Quiere perderse en esa naturaleza silenciosa sin tener noción del tiempo…quizá por algunas cuantas horas…quién sabe…y salir de su fastidio cotidiano en esa ciudad ya casi irrespirable.