Hoy os ofrezco un cuento corto de Herman Melville con un título de por sí impactante: “El vendedor de pararrayos”. La historia narra, en forma de diálogo y con pretensión alegórica, el episodio de un caballero que está en su casa, resguardado de una tormenta de rayos. Inesperadamente, llega otro personaje masculino que pronto se revela como vendedor de pararrayos.
El relato de Melville supone una escena casi teatral, con destellos de humor satírico y de cuento de misterio, que nos plantea un debate mucho más profundo de lo que parece a simple vista. Lo que los dos personajes plantean no es una reflexión sobre los rayos –o sobre los pararrayos– sino algo más conceptual: el bien, el mal, la pulsión por creencias atizadas por el miedo…