Cuento breve recomendado: «El cuento», de Quim Monzó

Los finales de los relatos son especialmente importantes. Mientras que en las novelas no hace falta un final rotundo, en el relato los cabos sueltos deben estar atados porque si no, no es un cuento, es una narración. El cuento está a un paso del poema; hay que cerrarlo bien todo. Otra cosa es que al hacerlo consigas un efecto sorpresa en el lector. Pero esto es algo que no sabes mientras escribes y que te hace disfrutar cuando llegas al final y descubres que has conseguido ese quiebro, esa sorpresa.