
Hace unos cuantos millones de años empezaron a circular rumores insidiosos entre los infinitos planetas que se creaban entonces en el universo. Para explicar el desorden y el caos existentes en la infinitud del cosmos, una teoría corriente era la que afirmaba que una esquirla perdida durante el big bang, la gran explosión inicial del universo, había rebotado como un balazo cósmico en una de las piernas de Dios, dejándolo cojo y desorientado. No se sabía con certeza en cuál de ellas, y para evitar suspicacias no se atrevían a escoger entre la izquierda o la derecha. Desde esa fecha, el Gran Creador habría extraviado su rumbo y desencadenado la incertidumbre y la sospecha para explicar los misterios del universo y los tantos por qué y para qué, incluso en el planeta Tierra.