Microrrelato de Francisco Rodríguez Criado: «Pechos»
El rostro de la mujer, que no cumplía ya los cincuenta, moldeó una sonrisa amiga en cuanto hice acto de presencia. Eso fue lo primero que encontré después de tanta oscuridad: la caricia de una sonrisa que insinuaba: “Llevo años esperándote”. Para no malograr sus sueños, me enamoré locamente de ella. Diré la verdad: no era atractiva. Tenía un peinado algo anticuado. Nada de Coco Chanel o salones de belleza.