Guerra declarada a las viñetas de Word
En los talleres literarios suelo recibir textos que incluyen -por azar- diálogos sangrados con viñetas. Ningún editor que sepa lo que se trae entre manos permite este tipo de molestos sangrados en sus publicaciones. Así que lo primero que debemos saber es que las viñetas no se usan (de manera consciente) para escribir diálogos. Todo lo contrario: hay que huir de ellas como de la peste. Las viñetas y las numeraciones de Word sirven para enumerar o sugerir listados. Pero nosotros, como autores de ficción, no las necesitamos en absoluto.
En la siguiente captura puede verse un fragmento de un diálogo que acabo de inventar. El primero está sangrado (desangrado, diría yo) con las dichosas viñetas. El segundo, una vez desactivadas, representa el modo correcto. Daos cuenta de que en el primer caso los pies de diálogo no arrancan después del guión: este, para nuestra desazón, se queda muy atrás. Eso es lo que hay que evitar: que Word se tome tantas libertades con nuestros escritos.