Relato de ciencia ficción: Traficantes de sueños
Se reconoce en el sueño. Duerme, como un catatónico. De repente, se gira, violento. Suda. Convulsiones. Un espasmo tras otro. Chilla, cada vez más fuerte. No es un sueño cualquiera; está sufriendo una pesadilla. En la misma escena, primero apartado y diluido pero enseguida diáfano y cercano, aparece otra figura; también es él.