
Después de leer treinta y tantos cuentos de Pedro Juan Gutiérrez en Trilogía sucia de La Habana el olor a semen, axila y entrepierna es tan fuerte que uno debe salir al balcón a tomar aire puro. Son todos, en su mayoría, relatos, donde la temática que ronda la escritura es el sexo. Pero también el autor habla de miseria, de hambre, de desesperanza o del conformismo. La rebeldía tanto del escritor como de alguno de sus personajes no alcanza para saltar al vacío o montarse en una balsa y partir hacia las costas de Miami.