Cuento breve recomendado: «Jardín de infancia», de Naguib Mahfuz

naguib-mahfuz
Escritor egipcio Naguiz Mafuz. Fuente de la imagen en Internet

 

Naguib Mahfuz y El Cairo estaban destinados a entenderse, a fundirse, a dar a la Humanidad y al mundo entero un mensaje común, un mensaje que conjuntamente crean y que conjuntamente mantienen, porque creen en él. Quizá por ello, El Cairo es menos sin Naguib Mahfuz y Naguib Mahfuz es menos sin El Cairo. Los dos son definitivamente ellos, una unidad, una totalidad plena. Por ello este hombre ha sabido ver, comprender, interpretar, penetrar, sentir y amar a la ciudad por entero, en cada uno de sus detalles, rasgos, secretos, enigmas, insinuaciones, gestos.

No se puede conocer plenamente al uno sin conocer al otro. Si su unión es perfecta y hermosa es porque es entrañable, al tiempo carnal y espiritual. Constituye el caso infrecuente de dos seres surgidos para encontrarse y para fundirse, en cópula neta e intacta, totalmente sincera y mutuamente entregada. Por eso han estado unidos y seguirán estándolo. Todos los vencejos que cruzan y pueblan los cielos de El Cairo, desde Fustat hasta Zamalek, desde Roda hasta la Ciudadela, desde Sayyeda Zenab hasta Ben el-Qasrén, cantarán siempre el nombre de Naguib Mahfuz, y Naguib Mahfuz irá con ellos en su vuelo eterno y final. Volando hasta un lugar más profundo y extenso que el firmamento. Hasta la entraña de la tierra de tu país, de Egipto. Todos los pájaros aprenderán el camino que tú les enseñarás.

Pedro Martínez Montávez

Sigue leyendo

narrativa_newsletterp