
La belleza de la reina Cleopatra
Son muchos los que le atribuyen a Cleopatra una belleza sin par, sin embargo, todo parece indicar que su verdadero encanto estaba en su personalidad. Cleopatra hablaba siete lenguas e innumerables dialectos; era lúcida, sarcástica y manejaba el arte de la diplomacia con una sutileza notable, como queda testimoniado en su manejo de la crisis con Pompeyo y la decisión de devaluar la moneda egipcia para favorecer las exportaciones. Se rodeaba, constantemente, de intelectuales y artistas, y cada intervención suya daba cuenta de una profunda y vasta erudición.
Dejando de lado los aspectos políticos de su personalidad, el historiador Herodoto se introduce en la faceta amorosa de Cleopatra. Según anota este, Cleopatra convocó una vez a los cien generales romanos que residían en Egipto a una fiesta exclusiva, que pronto se reveló como un ritual sexual de proporciones faraónicas.