Según José Hierro, “se escribe poesía para decir aquello que no puede decirse”. Al leer la cita, he sentido envidia y frustración de que alguien haya podido condensar en una sola frase lo que significa escribir poesía. Yo voy a necesitar al menos una página entera para intentar explicar por qué escribe uno en prosa.
Para favorecer el tránsito de las ideas, me he puesto a recordar mis primeros balbuceos frente al folio en blanco, allá en el otoño del 98. Y es así como me he dado cuenta de que en mis inicios literarios yo había elegido la narrativa en detrimento de la poesía porque entonces no podía permitirme el lujo de “escribir aquello que no puede decirse”. Yo necesitaba contar, cantar al mundo mi existencia, celebrarme, como diría Walt Whitman.