2 relatos cortos de Rafael Midence-Ávila
Lentamente, acercó la pequeña pistola calibre 22 a su sien. Se situó frente a la ventana que daba a la calle los poetas muertos. El pianista al que un dictador fascista (de apellido italiano) había mandado cortar las manos vendía globos en el parque de Los Truenos, donde, un viejo y desdentado perro callejero luchaba por devorar un hueso putrefacto.